viernes, 23 de septiembre de 2011

"Septiembre del año del Señor del 2011"

Para combatir la pena, el olvido y el ostracismo al que se me castiga habitualmente me he unido a un grupo de moteros. La soledad es dificil aunque hay medios con los que luchar contra ella. Mis nuevos amigos me animan continuamente aunque francamente, los veo poco. Mi "burra" no es tan rápida como las suyas y me cuesta llegar a las "quedadas" y cuando por fín lo consigo estoy reventado.
"M" está en Valencia. Y yo me he lanzado a la vida desenfrenada de la carretera. Voy de cuero como un trampero del salvaje oeste y sudo mucho pero aún así creo que le pondre a la burra unas alforjas para llevar "priva" y un loro en condiciones.
También estoy valorando la posibillidad de hacerme un tatuaje chulo. Uno de esos que acojonan con calaveras y naipes de poker y motos y una tía en pelotas que se mueva cuando tensas los tendones. Me dejo barba y eructo trago tras trago que los moteros somos así.
"M" se estará bebiendo el Turia y estará reodeada de gente de dudosa reputación en mis ambientes Carlistas y moteros. La cultura es pretenciosa entre nosotros así que mi piba ("M") oficialmente estará en un curso de tatuadora. No quiero que me señalen con el dedo los de la banda ni dar que hablar. Quiero ser uno más...
Lo bueno que tiene esto es que mi añorada "M" vendrá con vestuario nuevo y preciosa a coste 0. Seguro que le regalan una cazadora vaquera, un pantalón y espero que una chupa de cuero para venirse conmigo a las "quedadas" de la banda. Es bueno que ahorre porque me tendrá que pagar fianzas para sacarme del "trullo" alguna vez que otra. Y es que los de la banda somos salvajes y malotes. Nunca utilizamos los intermitentes, aparcamos en vados y nos ponemos ciegos.
Me piro de cervezas y gasolina con mis amigotes.