Querido diario;
Hace tiempo que no escribo aquí pero no por falta de
ausencias sino de lo fugaces de las mismas. Además tengo que recalcar que mi
vida aún pareciendo sencilla, está llena de quehaceres y obligaciones.
“M” se ha vuelto a ir dejándome
solo con Colette. Ha elegido un fin de semana tranquilo en este rincón de las
montañas que ve como se funde la nieve dejando paso a un primavera cruel llena
de polen y colores. El cielo es gris, la humedad alta y las calles están
vacías. Mi reciente alcoholismo enturbia la percepción de esta situación
haciéndome creer que todo es peor de lo que es. Tras 2 medias cañas, la casa es
más solitaria de lo normal. Aunque también ha sido la ausencia la que nos ha
empujado a Colette y a mí una vez más a las calles. Y allí, en una terraza,
embriagado por el alcohol y la gente que me rodeaba he vuelto a caer en el
fútbol. De nuevo metido en la discusión eterna que, para ser sincero, ya no
entiendo. No se quien es la delantera titular, ni conozco el entrenador ni
maldita la necesidad que tengo de leerme el Marca en el café.
Pero necesitaba robar tiempo para
evitar mi soledad. De repente una duda ha asaltado mi cerebro. Seré una
braseador habitual que busca víctimas entre barras, terrazas y parques?. Seré
el típico vampiro laboral que busca obras o trabajos varios para hablar y
regodearme en el sudor ajeno?. Seré parte de la numerosa colonia de muertos
cerveceantes?.
Me he disculpado y he salido
pitando tras Colette sin rumbo fijo. Bueno, tras los gatos locales pues era Colette
quien guiaba para ser más preciso. 3 gatos negros y 4 gatos pardos después, el
desconcierto se había adueñado de mí. He llegado a los 40 para convertirme en
esto. Aunque bien pensado aún estoy a
tiempo de corregirlo. Mejor aún, en mi estado melancólico y mi errático
proceder puede que parezca un personaje de Murakami.
No seré así, yo gobierno mi
destino y repelo las masas y lo convencional. Mientras todos estén en el cálido
abrazo de la cerveza y la camaradería, enfrascados en una dulce y sugerente
conversación sobre defensas tácticas y delanteros
arietes; yo estaré camino de ninguna parte sufriendo pensamientos
grandilocuentes. La brisa cálida y la oscuridad serán mi entorno. Escribiré un
libro con esos pensamientos y la gente me aclamará. Pero yo vestiré de negro y
llevaré gafas de pasta y huiré de la fama. Ganaré millones que gastaré en
compras compulsivas y “M” tendrá que hacerme la pelota si quiere que diga que
sin ella no hubiera podido ser yo mismo y que me ha apoyado un huevo y todo
eso….
Pero alzando la vista me he dado
cuenta que estaba delante de la bodega y que es viernes, así que “Pocket man”
estará dentro. He entrado, lo he visto y he dicho: “Tío. Has visto quién nos ha
tocado para cuartos en Champions?!”
Mañana empiezo con mi plan
joder!! Por un día….