viernes, 2 de mayo de 2014

En cuarentena



Oficialmente estoy en el mundo de los 40. Se supone que atrás quedó el esplendor de la vida; las noches de sexo y rosas y la plenitud física. Por delante queda el deterioro progresivo de la vista, la pérdida de ángulo de ataque, la falta de aliento al final de las escaleras, el incremento de peso ….Mi pregunta es si esto es lo que acabo de perder (según el instituto de estadística de bares y terrazas alrededor de casa) dónde estaba antes de mi 40º cumpleaños??
El posible tratamiento a estas consecuencias  que he encontrado en internet va desde cientos de pastis de muchos colores para varias de las actividades hasta medios más contundentes tipo bañarte en sangre de vírgenes, convertirte en vampiro (..). Creo que todos son poco fiables o momentáneos. Algunos son muy divertidos pero me temo que no funcionan y va contra varias leyes divinas morales sociales y legales.
El que probaré sin duda es el de encargar un cuadro de mi persona para que envejezca él y yo no. Según un tal Dorian Grey le funcionó muy bien. Otra cosa a probar es lo que hizo Fausto y firmar un contrato con el diablo. Da un poco mal rollo porque el diablo tiene muy mala prensa y según tengo entendido luego vas al infierno y debe ser un sitio bastante chungo. No sé..que decida el Yo futuro…..Ya me pasó con Ibercaja hace unos años y no fue tan malo.
Solo puedo decir que el día en que cumplí 40 tacos “M” se piró. No hubo fiesta sorpresa ni ganchitos ni nada de nada (no de eso tampoco). Tuve la tentación de quedarme en el sofá bebiendo en camiseta de tirantes mientras veía un mítico programa de variedades lamentando el tiempo que pasó. Pero no. Salí a la calle y celebré el pase del atletí como si fuese mi equipo de toda la vida. Bebí medias cañas y cantamos cumpleaños feliz. Me sacaron una tarta enorme y de dentro salió una stripper con crema pastelera en el cuerpo. Bueno quizá he exagerado un poco y no todo es cierto.
Qué hago aquí en casa con 40 años y solo? Pues no lo tengo muy claro. Pero tampoco fuera hay demasiado que hacer. Estoy colgado boca abajo y arropado con mis alas esperando que vuelva “M”.
Os he dicho que “M” es detestable y femelina?. Lo es, es la reina de todas las femelinas. No lo busquéis en el diccionario que no está. Femelina es la contracción de femenina y felina, su perfecta síntesis entre ambas y el producto restante.