Oficialmente estoy en el mundo de
los 40. Se supone que atrás quedó el esplendor de la vida; las noches de sexo y
rosas y la plenitud física. Por delante queda el deterioro progresivo de la
vista, la pérdida de ángulo de ataque, la falta de aliento al final de las
escaleras, el incremento de peso ….Mi pregunta es si esto es lo que acabo de
perder (según el instituto de estadística de bares y terrazas alrededor de
casa) dónde estaba antes de mi 40º cumpleaños??
El posible tratamiento a estas
consecuencias que he encontrado en
internet va desde cientos de pastis de muchos colores para varias de las
actividades hasta medios más contundentes tipo bañarte en sangre de vírgenes,
convertirte en vampiro (..). Creo que todos son poco fiables o momentáneos.
Algunos son muy divertidos pero me temo que no funcionan y va contra varias
leyes divinas morales sociales y legales.
El que probaré sin duda es el de
encargar un cuadro de mi persona para que envejezca él y yo no. Según un tal
Dorian Grey le funcionó muy bien. Otra cosa a probar es lo que hizo Fausto y
firmar un contrato con el diablo. Da un poco mal rollo porque el diablo tiene
muy mala prensa y según tengo entendido luego vas al infierno y debe ser un
sitio bastante chungo. No sé..que decida el Yo futuro…..Ya me pasó con Ibercaja
hace unos años y no fue tan malo.
Solo puedo decir que el día en
que cumplí 40 tacos “M” se piró. No hubo fiesta sorpresa ni ganchitos ni nada
de nada (no de eso tampoco). Tuve la tentación de quedarme en el sofá bebiendo
en camiseta de tirantes mientras veía un mítico programa de variedades
lamentando el tiempo que pasó. Pero no. Salí a la calle y celebré el pase del
atletí como si fuese mi equipo de toda la vida. Bebí medias cañas y cantamos
cumpleaños feliz. Me sacaron una tarta enorme y de dentro salió una stripper
con crema pastelera en el cuerpo. Bueno quizá he exagerado un poco y no todo es
cierto.
Qué hago aquí en casa con 40 años
y solo? Pues no lo tengo muy claro. Pero tampoco fuera hay demasiado que hacer.
Estoy colgado boca abajo y arropado con mis alas esperando que vuelva “M”.
Os he dicho que “M” es detestable
y femelina?. Lo es, es la reina de todas las femelinas. No lo busquéis en el
diccionario que no está. Femelina es la contracción de femenina y felina, su
perfecta síntesis entre ambas y el producto restante.