viernes, 4 de septiembre de 2015

Vikingos



Hoy he tenido un sueño. Al abrir los ojos veía un mar y hacía el poniente, se distinguía una tierra de altas montañas. Estaba en un barco de madera que crujía conforme las olas lo levantaban y bajaban. La visión de la tierra me animaba mucho y hacia que gritase de júbilo. No solo gritaba yo, a mí alrededor gritaba más gente. Todos vestían de cuero y pieles, llevaban pelos largos o cortes punkarras y coletas en barbas y cabeza. Parecía un concierto de las juventudes de podemos pidiendo un “bis”. Olíamos fatal, creo que no nos habíamos duchado en varias semanas y sabía que se llamaban Olaf, Ragnar, Floki (..)
Al ver el hacha que descansaba a mi lado, tallada con runas y mi nombre escrito por mi madre con la dirección por si la perdía supe que éramos vikingos. Supe que la tierra dónde íbamos sería fruto del pillaje; quemaríamos cosechas, robaríamos todo lo de valor, mataríamos a la gente y violaríamos sus mujeres. Sobre todo me gustaba los de violar. Laberzas, hace tiempo que no intimaba conmigo con tanto trabajo. “Hoy no que tengo que mandar muchos cuervos y leer tantos que me han llegado”-Excusa 1. “Por Thor que cansada estoy!!! No paro de hacer tablas excell con la temporada de saqueos”-excusa 2.
Así que el barco llega a tierra y embarrancamos debajo de un puente frente a un jardín con un campo de futbol. Salimos corriendo y gritando cosas que molan: “Por Thor!!! Por Odín! Y por todos mis compañeros”. Un enjambre de salvajes ávidos de sangre, riquezas y sexo se desperdigan por el complejo arrasando todo a su paso. Pisamos el césped, nos metemos en el campo húmedo con botas de clavos labrando todo lo que pisamos, no utilizamos las papeleras..Se me cruza un cristiano de estos diciéndome que va a quejarse al ayuntamiento por despertarle el nieto y le clavo un hachazo allí mismo por almendrón.
Acto seguido alguien me grita. Me giro y reconozco a Miguel Angel que me abronca por verter sangre ajena en las gradas. Se me pone chulo pidiéndome el patronato. Es que soy vikingo y estoy currando macho, digo yo. Ya claro, me dice, hay que currar la cosa esta muy mal pero a mí me jodéis que dejáis esto perdido. Encima el contenedor de cadáveres está en la plaza. Nos fumamos un pito mientras charlamos y me pregunta que si los vikingos fumamos. No, es que no se ha inventado todavía la hierba en Migard y como no hemos llegado a atacar por Tarifa…Esta bien porque trabajar trabajar pues ya ves…navegas mucho tocándote los cojones y luego pues atacas. Ahora, cuando atacas se curra mucho; matar, violar, saquear luego todo. Es muy intenso. Me grita Ragnar y me dice que no me escaquee, que ya vale. Así que me despido y me pongo con el hacha. En todos los curros se fuma, no? Hachazo por aquí, por allá, patadas a esto, a lo otro (..) Me viene una mujer no violable para discutir que ella ha pagado la entrada como todas y que tengo que violarla. Señora porque no hace su función en un ataque vikingo y grita y trata de proteger a sus nietas o se pone histérica porque le he dado un hachazo a su yerno?.  Mi entrada es esta y exijo la violación y al menos una paliza por resistirme. Que puedo matarla también, que soy un vikingo y usted no tiene edad…Yo miro alrededor. Hay mucha resistencia, el taquillero está haciendo pagar a todo vikingo que pasa a la piscina a saquear.
Zanjo el asunto diciendo a la señora que los que violan llevan cuernos en el casco y que yo solo matar, que los contratos son así y luego tenemos problemas con los seguros. Le doy un golpe como quedamos y sigo adelante en mi orgia de sangre y destrucción. Meo en el agua de las piscina y lavo la sangre del hacha y a lo mío. Violar violar….Todas las que merecen están pilladas. Hago tiempo matando y cogiendo algún esclavo a ver si acaban. Robo oro, relojes y toallas, grito por Odín y por Thor, me fumo un cigarro robado porque soy un vikingo ávido de sangre pagano y sucio. “Floki, te falta mucho? Vale no te molesto, acaba tranquilo”. Estos como siempre no terminan con las violaciones y el jefe me manda a pillar comida y bebercio para el viaje de retorno. Tras saquear todo el comestible me tomo unas cañas con el del bar y ya suena la alarma de fin de saqueo. Me despido de un hachazo con el tío del bar y volvemos al barco.
Asolado todo a nuestras espaldas, me digo que violaré una de las esclavas en el barco y algo de oro me tocará en el reparto. Da gusto trabajar de vikingo. Pero ya en alta mar veo que no hay esclavas. Me mosqueo con Floki y Rolo un poco porque seguro que las que violaron eran retornables y joder hay que reciclar! De oro poquito y con el barco cargado no hacemos más paradas que las de mear en un bareto con tragaperras y estirar las piernas.
Cuando estaba temblando en la puerta de casa con un esclavo débil y un saco de semillas y bolsas de gusanitos del pillaje me he despertado. Manos mal, quién le dice a Laberzas que no he pillado oro ni he violado y llevo tanto tiempo sin….que….y…si quiere….Ya no soy un vikingo, el cielo esta nublado y Colette quiere mear.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Agosto espectral



Agosto ha pasado. El horrible calor y los rebaños de zombies piscineantes, pipeantes, jardineantes y terrraceantes se esfumaron una mañana lluviosa. El cielo amanece encapotado por las mañanas y se puede ver alguna calle desierta a determinadas horas. Todo se ralentiza y se convierte en menos urgente. Por la mañana temprano, parece que eres la única persona de un mundo post-apocalíptico. Solo yo y Colette en un silencioso y oscuro paisaje. Ya no hay decenas de zombies correteantes saltando la desbrozadora a las 7.30 de la mañana con sus colores chulos de running o buscando un wc y su cerebro.
Me encuentro solo, soy leyenda en un vacío mundo laboral donde todo está acabado o no tiene sentido hacerlo.
“M” se ha vuelto a ir. Ahora físicamente. Ha faltado 3 meses antes pero físicamente estaba. Era una presencia; algo decorativo que no tienes que regar pero que no interactúa. Donde estoy yo sentado ahora mismo más concretamente estaba su espectral figura. Hora tras hora. Día a día. De vez en cuando pasaba y la tocaba para comprobar que no era un holograma, que era materia y no el bucle infinito de un alma en pena como los de los castillos escoceses. A veces con una ropa, otras en bikini, sin bikini con toalla tras ducharse (no se duchaba aquí, el agua y el ordenador no son compatibles) comiendo, sin comer, desayunando (..)
Ocasionalmente el espectro de “M” cambiaba de forma y se levantaba de su sitio rompiendo ese bucle de meses. Entonces es cuando todo se convertía en peligroso y arriesgado. Sus ojos chispeaban fuego en una mirada hierática mientras caminaba lento levantando pelos de Colette que dejaban una estela flotante a su paso. Y allí donde posaba la miraba, objeto, vegetal, pila de platos o animal se convertía en piedra como si de la medusa se tratase. Y quién estaba allí?.  Yo. No me convertía en piedra entero pero tras 3 meses de espectro una parte de mí estaba siempre dura como la piedra. No por instinto, por la mirada de la medusa… 
Pero hoy se ha ido. Esta mañana ha cogido su ordenador y me ha dejado este sitio que hace 3 meses no utilizaba. Todo está impregnado de ella; su olor, las marcas de los codos en la madera de la mesa, el hueco hundido en la tapicería del sillón (que culo más bonito tiene) y las pilas de folios y” posits” por todos los sitios. Volverá pronto gracias al cielo y seguro que ya no será un espectro oficinante. Regresará siendo la “M” femelina que he conocido siempre. Seguro que si…..o no?.
Sillón de espectros. Biescas. Una nublada tarde de septiembre.