Me siento como un anti-héroe de
un libro de Paul Auster. Soy el
protagonista de una peli de Danny Boyle.
Soy Ignatius J. Reilly en una “Conjura de los necios pirenaica”. Soy un ciego
en el país de los tuertos. Soy…soy un pringao.
Toda persona que lea esto pensará
que de nuevo se ha vuelto a ir “M” y… acertará. Pero entre la última ausencia y
esta que escribo hoy todavía falta una de la que no dejé constancia. Y no lo
hice por falta de tiempo o por no saber que escribir. Ni siquiera fue porque mi
abatimiento me impidiese cumplir con la ausencia como es debido. La desidia fue
el enemigo que truncó con mis quehaceres. Mi mermado estado físico tras una
semana febril, la ausencia y el cansancio me postraron en el sofá haciendo que
el aburrimiento fuese la bandera de esa ausencia. Demasiado aburrido para
escribir, demasiado aburrido para hacer nada….La química también ayudó.
Y de nuevo hoy estoy solo viendo
llover y sin trabajar debido al temporal de viento: “M” eligiendo
cuidadosamente sus salidas. La pequeña rueda de la fortuna no me sonríe en los
pequeños placeres de la vida. Si hay buena nieve no tengo esquíes, si los tengo
la nieve no reúne las condiciones, si puedo alienarme de la ausencia currando y
ganando dinero para cumplir los sueños de “M” se levanta Eolo con el píe
cruzado (..)
Me aburro. Me aburro mortalmente
cuando enciendo la tv y repaso la lista de canales. 200 canales de bazofia y
películas “repes” que son la copia de la copia de la copia. Y lo peor es que
estoy tan aburrido que ya no busco pelis en internet, que el libro que leo solo
me engancha si está “M”, que solo hay nieve buena cuando ella está en casa
esperándome en ropa interior. Y ahora sospecho que es ella mi musa. Que mi
brillantez depende de su cercanía y mi alma solo está en paz si su aliento me
susurra al oído que baje la basura o saque la perrita a mear. Putos griegos con
sus putas musas en el puto mundo clásico. Vivo en la edad de la información
(que no gasto) del ocio (que no disfruto) y en una sociedad en la que la gente
se encierra en su casa y no necesita relacionarse (que me resulta aburrido
mortalmente). Y miro a mí alrededor y la gente ve en la tv programas del discovery que no soporto.
Pescadores en Alaska, leñadores en Tasmania, fontaneros en Albacete, pujadores
de contenedores que se llaman Mac, Paul o Dexter, gente que busca tesoros o
trata de sobrevivir en condiciones extremas y come cagadas de ñu, óvulos de
rata o tomates. Otros navegan y surcan mundos virtuales buscando entre cientos
de miles de páginas un gorro de lana barata y a mí me estresa solo en pensar
más de 20 gorros seguidos con sus referencias, precios y nombres además de
diferentes colores. Un mar de información para acabar viendo pornografía y
descargando una mierda de película que no acabarás viendo porque los guionistas
están peor que yo. La cerveza que es el estándar del bienestar de mi generación
me sienta mal y prefiero el café que me pone de los nervios y no me deja
dormir. Qué puedo hacer?!
Haré una intervención. Haré
intervenciones a todo el mundo que me rodea. Seré el juez y el verdugo de todos
esos que no quieren jugar al pádel, de aquellos que me hablan de cosas que no
son un 8 o de esa que se lleva mi brillantez, mi brillo y mi luz (aparte de mis
esquíes). En momentos así solo Barnie Stimson es mi guia. Escribiré un libro de
colegas y lo publicaré a pesar del main- stream, del borreguismo y de la
comarca. Me haré famoso y tendré un lava-vajillas mientras salgo en programas
que me den popularidad para presentarme como candidato del partido ricardista a
las próximas elecciones. Y elegiré un símbolo chulo que no sea un asco como una
gaviota, un puño enrosado o un ridículo círculo. Y conquistaré el mundo porque
me clonaré, colonizaré el espacio (el sideral que me gusta mucho como suena) y
arruinaré la vida de los guionistas de la tv y a los editores de cualquier
libro xq ahora todo el mundo puede escribir (incluso yo) y que le publiquen.
Dictaré órdenes de encarcelamiento contra el capullo del escritor de “Juego de
tronos” por vago y maleante que lleva 20 años para acabar con la movida.
Construiré un muro para que nadie vaya al sudoeste asiático y vuelva con miles
de fotos con ánimo de enseñarlas y …bueno leeros mi programa electoral cuando
llegue el momento.
Estoy desvariando. Necesito un
compinche o un archi-enemigo. Saldré a buscarlo antes de que prepare una
revolución en el salón de casa o peor aún, me dé por hacer puzles.
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