Hoy es lunes 3 de Julio y hace un momentito que “M” salía
por la puerta rumbo a un ave que la lleve hasta Madrid. Todo huele a ausencia.
Esta vez se cierne sobre mí una
ausencia nueva. Estoy desentrenado y por más que intento recordar que hacía en
anteriores ausencias no consigo posicionarme ni elaborar un plan de
contingencia. De momento ya noto los primeros síntomas de la ausencia. Conforme
los voy sufriendo voy recordando. Nerviosismo que se traduce en movimientos
musculares rápidos y repetitivos como el de la pierna mientras escribo o un
continuo tamborileo con los dedos sobre la mesa. También siento una necesidad
de hacer cosas continuamente que se traduce en que esté escribiendo la primera
ausencia mientras desayuno y hago la cama y recojo y ordeno la habitación……
Voy a relajarme. Fluiré por este
comienzo de ausencia con la mente clara y sin prisas. Pondré toda mi atención
en realizar todo con suavidad y tranquilamente. Es temprano fuera. Los
replicantes estarán durmiendo todavía. Soñarán con ovejas eléctricas y dejarse
barbas idénticas para disfrazarse de trekkies o de suicide squad o lo que esté
de moda. Fluir y volver al origen, las cavernas del espíritu, el estado
primigenio…Soy yo mismo. Soy el primero de mi clan. Soy el que se acostó pobre
en cuerpo y alma y levanta renacido.
La fluidez es el camino y este
pasa por la aceptación. Un corazón noble aceptará todo lo que lo rodea. Acepta
la ausencia y acepta las moscas que le rodean. Incluso esta que ha hecho que se
levante desde hace una semana. Acepta esta mosca que espera acechante el
momento de la siesta y la noche para posarse en las partes más sensibles del
cuerpo de uno para en un rápido vuelo rasante con un toner incluido aterrizar
en el siguiente punto hiper-sensible. Aceptación.
Voy a salir. Acabaré mis
quehaceres matutinos y pasearemos con Colette. El mundo seguirá dormido soñando
con naves más allá de las puertas de Tanhauser pero yo estaré saludando a los
puntos cardinales; aceptando lo que me rodea.
La verdad es que va sobre ruedas
esto de la ausencia ya que no me propongo nada y no tengo nada tiempo. Se me
agolpan los quehaceres, los compromisos, las obligaciones….Ayer a las 11,30
estaba haciéndome unas salchichas radioactivas para cenar que si no hubiese
estado desfallecido nunca me hubiese comido. Salchichas de ántrax al talio con
reducción de cantarella. Colette no las probó..algo bastante inquietante.
Sigo aquí y sin efectos
secundarios de momento. Sigo pero me voy volando porque en una hora he quedado
para ir en bici, tengo que hablar con el electricista, pasar por el castillo,
ayto y vender acciones antes de que cierre el mercado asiático. Los replicantes
se encuentran por todos los lados con lo que todo me cuesta un poco más. Voy de
portal en portal, de sombra en sombra…
Y transcurre la ausencia con
ataque de pánico incluido. Ni un minuto libre pero nada que ver con el plan
anti-ausencia. Nada que ver con replicantes, nada que destacar salvo la
ausencia de “M”. Mi lucha es global. Mi lucha es individual. El ego contra el mundo en una guerra
asimétrica que perderé de antemano. Espero la mano femelina que cargada de
regalos me saque de mi ángulo oscuro y
cubierto de polvo.
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