miércoles, 5 de julio de 2017

Cuando julio juliea, manzanas traigo...



Hoy es lunes 3 de Julio y hace un momentito que “M” salía por la puerta rumbo a un ave que la lleve hasta Madrid. Todo huele a ausencia.
Esta vez se cierne sobre mí una ausencia nueva. Estoy desentrenado y por más que intento recordar que hacía en anteriores ausencias no consigo posicionarme ni elaborar un plan de contingencia. De momento ya noto los primeros síntomas de la ausencia. Conforme los voy sufriendo voy recordando. Nerviosismo que se traduce en movimientos musculares rápidos y repetitivos como el de la pierna mientras escribo o un continuo tamborileo con los dedos sobre la mesa. También siento una necesidad de hacer cosas continuamente que se traduce en que esté escribiendo la primera ausencia mientras desayuno y hago la cama y recojo y ordeno la habitación……
Voy a relajarme. Fluiré por este comienzo de ausencia con la mente clara y sin prisas. Pondré toda mi atención en realizar todo con suavidad y tranquilamente. Es temprano fuera. Los replicantes estarán durmiendo todavía. Soñarán con ovejas eléctricas y dejarse barbas idénticas para disfrazarse de trekkies o de suicide squad o lo que esté de moda. Fluir y volver al origen, las cavernas del espíritu, el estado primigenio…Soy yo mismo. Soy el primero de mi clan. Soy el que se acostó pobre en cuerpo y alma y levanta renacido.
La fluidez es el camino y este pasa por la aceptación. Un corazón noble aceptará todo lo que lo rodea. Acepta la ausencia y acepta las moscas que le rodean. Incluso esta que ha hecho que se levante desde hace una semana. Acepta esta mosca que espera acechante el momento de la siesta y la noche para posarse en las partes más sensibles del cuerpo de uno para en un rápido vuelo rasante con un toner incluido aterrizar en el siguiente punto hiper-sensible. Aceptación.
Voy a salir. Acabaré mis quehaceres matutinos y pasearemos con Colette. El mundo seguirá dormido soñando con naves más allá de las puertas de Tanhauser pero yo estaré saludando a los puntos cardinales; aceptando lo que me rodea.  
La verdad es que va sobre ruedas esto de la ausencia ya que no me propongo nada y no tengo nada tiempo. Se me agolpan los quehaceres, los compromisos, las obligaciones….Ayer a las 11,30 estaba haciéndome unas salchichas radioactivas para cenar que si no hubiese estado desfallecido nunca me hubiese comido. Salchichas de ántrax al talio con reducción de cantarella. Colette no las probó..algo bastante inquietante.
Sigo aquí y sin efectos secundarios de momento. Sigo pero me voy volando porque en una hora he quedado para ir en bici, tengo que hablar con el electricista, pasar por el castillo, ayto y vender acciones antes de que cierre el mercado asiático. Los replicantes se encuentran por todos los lados con lo que todo me cuesta un poco más. Voy de portal en portal, de sombra en sombra…
Y transcurre la ausencia con ataque de pánico incluido. Ni un minuto libre pero nada que ver con el plan anti-ausencia. Nada que ver con replicantes, nada que destacar salvo la ausencia de “M”. Mi lucha es global. Mi lucha es individual.  El ego contra el mundo en una guerra asimétrica que perderé de antemano. Espero la mano femelina que cargada de regalos me saque de  mi ángulo oscuro y cubierto de polvo.



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