jueves, 28 de junio de 2018

Pensamiento propio


Tengo fiesta en la ausencia. Mi principal actividad hoy va a ser no hacer planes. Lo que viene a llamarse “flow”. De momento, a pesar de levantarme temprano, no he hecho gran cosa. Desayunar tranquilamente, intentar dar caza a una mosca pesada, escuchar un podcast intrascendente mientras ordeno la casa y sentarme aquí a publicar esto y acabar lo otro para que “M” vea que la echo de menos, la quiero y a su regreso (loquita Maria Elena inflamada de amor) me quite el veneno. Bueno es un plan…o es táctica?
La ausencia de planes ha sido una constante en mi vida. No ha corto plazo pero si a medio y largo plazo. No soy una persona motivada. De hecho me fatigan las personas motivadas. No puedo con la gente que planifica un viaje horas y horas delante de un ordenador. Si estuviese la inquisición y fuese el inquisidor mayor, a estos herejes haría perseguirlos para que ante el apremio de su vida en una mazmorra huyesen sin poder mirar nada en internet. Se bloquearían, no podrían coger un bus al azar o, huyendo parar en un pueblo sin foursquare o tripadvisor. Los cazaríamos como a conejos en un cibercafé leyendo un blog de los mejores sitios para visitar mientras huyes. Estarían en la mazmorra lúgubre y húmeda rodeados de ratas y comiendo pan duro (la proverbial mazmorra medieval) y escribirían reseñas y comentarios: “Servicio autoritario y sucio. Comida típica de prisiones, baja elaboración y abuso del moho y la maceración. Nada original el conjunto. Parásitos ordinarios y ambiente nada sorprendente. Lo único bueno y destacable es en calidad –precio su competitividad”. Nada; una pena de gente que ni en la desgracia del cautiverio serian originales. Gracias a Dios esto es reciente y no lo tenía Cervantes en Argel en su cárcel. En vez del Quijote ahora tendríamos una ruta por las mejores cárceles sarracenas del norte de África.
Pero lejos de escribir una diatriba contra estos seres, lo que haré es prepararme como ellos. Buscaré un tema candente; la selección española, la crisis migratoria, los mejores platos de master-chef o algo parecido. El tema no es problema, encenderé la tv y me guiaré por t5 para temas triviales, la sexta políticos, discovery culturilla general o el clan para profundos. Una vez tenga el tema de rabiosa actualidad lo gloggeo y miro las 3 primeras posibilidades que me dé y una 5º de la página 2 para ir más de intelectual. Me lo empapo …bien! Y me voy a la primera terraza que vea público. Me siento y pido lo que esté de moda. O vino blanco de uva parra del Tibet (fuxina) birra de fashion en continente adecuado (cuarto tercio medio o 1/8 )……Miro a los ojos al coaching o mediador o tertuliano del grupo y le digo en voz alta y clara con cara de sorpresa: ¿No m dijiste que la clara de huevo de oca era lo mejor para saltear el hongo morrón de bosque finés? Pues tal (nombre propio de un gurú micólogo ingles) dice que se logran mejores resultados con esto (equivalente a la clara de huevo de oca pero q esté hidrolizado y envases individuales de venta en hipercor) y que ha sido utilizado ancestralmente en cual sitio (región lejana con nombre compuesto y al ser posible sin vínculos cristianos la cultura endémica y haya sido colonia inglesa). Así puedes desarrollar el contexto y montar un viaje para ir y conocer el último reducto al margen del turismo de los paraísos vírgenes (también con viajes disponibles en una agencia de viajes del corte inglés).  
Sé que me diréis que me falta el apunte deportivo. Pero si t vas a tomar por culo a la derecha a un sitio lleno de mosquitos y que la gente come con la mano, seguro que te toca correr por mil motivos: por no descalzarte en el templo del rey mono o por no llevar una flor en el pelo el día de walpurguis. Pero cómo estoy de fiesta y esto tiene mucho trabajo paso. Seguiré con las enseñanzas de Sophenauer y trataré de descalificar al interlocutor y punto.
Fuerza y honor. Pensamiento propio.

En el pais de los ciegos



 “M” la ciclópata. “M” la femelina. “M” la detestable. Todas esas emes (y las que me han faltado) están trabajando en la cálida Madrid mientras escribo estas letras con el fresquito nocturno entrando por la ventana. Huele a lluvia y a lo lejos los relámpagos iluminan las montañas. Una ausencia más…
Reconozco que las ausencias son menos ausencias ahora que no tengo vida y con un mundial de por medio. No tengo que hacer planes para soportar las ausencias. No tengo tiempo apenas para sentarme a publicar esto. Llego a casa y tengo que hacer la cena, sacar a pasear a Colette, poner una lavadora (..) Y al final me duermo.
Mi lista de odios sigue creciendo. Ahora, sin ninguna duda mi receptora nº1 de odio es la que está cantando con una guitarra en un anuncio de gafas que aparece Alejandro Sanz. Llevaré monóculo antes que gafas de esa marca. No quiero decir la marca por no hacer publicidad….También odio a la naturaleza que prima las malas hierbas y penaliza a las buenas que plantas mimas y les cantas para que estén más ricas cuando te las comas. Odio el calor que te empapa mientras t cae en los ojos las odiosas gotas de pintura. Si me falta “M” mis odios se incrementan. O no? Da igual porque al final ….me duermo.
A pesar de no tener tiempo para nada entre mis múltiples trabajos y quehaceres, todavía tengo tiempo para darme cuenta de que las modas y lo pre-establecido sigue haciendo de este mundo un sitio más falso. La globalización parece que nos hace fotocopias o tuertos. El reino invidente gira a mí alrededor mientras riego y Alemania es eliminada de un mundial dónde los grandes se confunden con los mediocres, los influencers con los lectores. El mundo cómo lo conocemos se acaba y al final me duermo.
Mañana me levantaré al alba antes de que el gallo cante. Saldremos de casa a mear Colette y yo para luego fichar en el curro y mientras regamos ver los 2 runners de siempre. Colorines vivos y telas hidrófugas súper mega transpirables y conexión directa  con su app de coaching a tiempo real y constantes monitorizadas por wi-fii bluetooth o mierdas parecidas. Y me da igual porque al final me duermo.