jueves, 28 de junio de 2018

En el pais de los ciegos



 “M” la ciclópata. “M” la femelina. “M” la detestable. Todas esas emes (y las que me han faltado) están trabajando en la cálida Madrid mientras escribo estas letras con el fresquito nocturno entrando por la ventana. Huele a lluvia y a lo lejos los relámpagos iluminan las montañas. Una ausencia más…
Reconozco que las ausencias son menos ausencias ahora que no tengo vida y con un mundial de por medio. No tengo que hacer planes para soportar las ausencias. No tengo tiempo apenas para sentarme a publicar esto. Llego a casa y tengo que hacer la cena, sacar a pasear a Colette, poner una lavadora (..) Y al final me duermo.
Mi lista de odios sigue creciendo. Ahora, sin ninguna duda mi receptora nº1 de odio es la que está cantando con una guitarra en un anuncio de gafas que aparece Alejandro Sanz. Llevaré monóculo antes que gafas de esa marca. No quiero decir la marca por no hacer publicidad….También odio a la naturaleza que prima las malas hierbas y penaliza a las buenas que plantas mimas y les cantas para que estén más ricas cuando te las comas. Odio el calor que te empapa mientras t cae en los ojos las odiosas gotas de pintura. Si me falta “M” mis odios se incrementan. O no? Da igual porque al final ….me duermo.
A pesar de no tener tiempo para nada entre mis múltiples trabajos y quehaceres, todavía tengo tiempo para darme cuenta de que las modas y lo pre-establecido sigue haciendo de este mundo un sitio más falso. La globalización parece que nos hace fotocopias o tuertos. El reino invidente gira a mí alrededor mientras riego y Alemania es eliminada de un mundial dónde los grandes se confunden con los mediocres, los influencers con los lectores. El mundo cómo lo conocemos se acaba y al final me duermo.
Mañana me levantaré al alba antes de que el gallo cante. Saldremos de casa a mear Colette y yo para luego fichar en el curro y mientras regamos ver los 2 runners de siempre. Colorines vivos y telas hidrófugas súper mega transpirables y conexión directa  con su app de coaching a tiempo real y constantes monitorizadas por wi-fii bluetooth o mierdas parecidas. Y me da igual porque al final me duermo.

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