Ha nevado y “M” se lo
ha perdido. Estará allí en Valencia comiendo naranjitas o paellas y
bebiendo horchata (ya me extraña pero los tópicos son los tópicos)
mientras el sol baña su cuerpo. Nunca he dejado de pensar que su
prima era una mala influencia para una chica deportista y estudiosa
como “M”. De momento ya se ha “saltado” las extra-escolares
de inglés, piano y ballet clásico a las que estaba inscrita. Y
aprovechando de su estío de vitamina D, su patológica dependencia
de esos rayos solares que necesita para calentar la sangre y esa
necesidad de un muro o una pared en la que contemplar a Lorenzo
(también conocido como astro rey, disco solar, sol invictus,
estrella primordial...) su prima me priva de “M”. No solo me
genera una ausencia (que puedo entender viniendo de una familia de
sangre fría y ciñéndome estrictamente a lo biológicamente
necesario), lo peor es que me la re-programan.
El temor que alberga mi
corazón es la sospecha que allí en la ciudad de la luz (copiado
descaradamente de París) su prima está en una secta. Una secta
destructiva que reniegan de la santa madre iglesia católica y
aborrecen las estaciones y por ende de la misma naturaleza en sí.
Niegan el otoño, escupen sobre el invierno y se refugian en cálidos
y pequeños lugares para que así la proximidad aumente la sensación
térmica y el roce entre sus devotos. Bares minúsculos repletos de
tentaciones para la carne (la verdura y hasta el pescado) el alma y
la sed. Me temo que no son personas temerosas de Dios y de conductas
rectas los adeptos de la secta. Y en medio de esa comunidad se
encuentra mi dulce “M” en estos momentos. Su prima la induce a
adentrarse en los tenebrosos preceptos de la orden herética (y
apostata) con un poco de solete y cañitas en terracitas, la invita a
una especie de entrega de galardones que no premian precisamente la
excelencia ni la virtud, le habla sutilmente en la lengua
blasfema....En fin...estoy muy preocupado.
Tan preocupado estoy que
desde que ella se fue no me he duchado, afeitado, limpiado u otras
conductas higiénicas que el resto de la sociedad aplaude. Sucio pero
devoto y temerosos de Dios con una inquebrantable lealtad al rey
nuestro señor y a los sagrados pilares de la sociedad que me vio
crecer y a sus fueros antiguos. Los ricardistas somos los guardianes
de la tradición y ver a la luz que me ilumina rodeada de personas
con cultos paganos y hábitos destructivos es un duro golpe. Una
persona tan cercana a mí abrazando esas ideas libertarias que
conllevan el caos en las sociedades y la total perdida de los
valores y solo es el amor lo que permite superarlo ..Amor
incondicional hacia su femelina persona.
Espero su regreso y que
Dios me de la fuerza para des-programar su mente tras tantos días
dentro de esa secta a la que pertenece su “pima”. No se a que
grado de intervención habrá llegado esta vez.
Mañana vuelve y hace
frio. Todo permanece helado y el sol sigue oculto tras una tupida
cortina de nubes. Puede que el choque sea brutal, puede que
psicológicamente se encuentre débil tras tantos días de sol,
vitamina D y C, negritos, negritas y armarios. Confío en poder
revertir el adoctrinamiento y abrace de nuevo la fe en Dios, el orden
natural y la lengua madre de todos nosotros.
Tengo que acabar con esta
pesadumbre pero sobre todo tengo que terminar con la roña que me
rodea, los cúmulos de pelo, las bolsas de basura apiladas,
desenredarme el pelo y dejar todo para que “M” vea el hogar
limpio y sin animales en el salón. Aunque acabar con todo un
ecosistema nuevo que he creado ….
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