sábado, 3 de abril de 2021

Fauna invasora

Mientras escribo esto “M” estará regresando o empezando su vuelta al hogar. Son las 10 de la mañana y llevo 4 colas para comprar carne, pan, vegetables y tirar la basura. La carretera no deja de rugir alternando coches, furgos, motos y manadas de ciclistas. Las terrazas se llenan desde ahora hasta que cae la noche en una orgía de empanadillas, croquetas y birras amenizado todo por los saludos entusiastas entre cachirulos y Pilares. El pueblo cruje con el eco del cascar de toneladas de pipas que se puede escuchar desde 2 valles de distancia según constata Magalón de Linás en declaraciones a “La foz de Furcunciecho”. Según se dice 200 ha. de selvas tropicales y 500 ha. de bosque mediterraneo mas se destruyen cada año por la presión del cultivo de girasol debido a la demanda de pipas de Zaragoza. Recientes estudios de la universidad de Michigan dicen que si la población de Zrgz creciese un 10% anual, el cambio climático avanzaría en su calentamiento global en 3 años sobre los valores actuales. La transformación del parque móvil a eléctrico y el control de natalidad en la capital del Ebro son las nuevas propuestas del enésimo comité de ONU para la agenda 20-30 en la siguiente reunión de Paris.div>
Pero mientras se espera la reunión de Paris, el clima sigue sufriendo los hidrocarburos por todo el valle del Ebro hasta Pirineos. El paisaje se está viendo ampliamente dañado ante la aparición de manadas de runners y bikers que amenazan con destrozar los cultivos tradicionales de la zona pirinaica. El hasta ahora eco-sistema de nuestro valles ha soportado la inclusión de estas nuevas especies con un alto grado de satisfacción, pero el aumento de los sujetos y su agrupación amenaza a todo el equilibrio de la zona. Las zonas antes claramente dominadas x pequeños grupos familiares normalmente con un impacto ambiental del 1 lata, 7 kleneex, 1 bolsa de perrito y 2 kg. de cáscara de pipa, se ve amenazada. La lucha territorial entre grupos invasores es un hecho.

jueves, 1 de abril de 2021

Pandemia y condena

 

Hace mucho tiempo de la última ausencia constatada aquí. Seguramente por la cantidad de las mismas que a partir de la última fecha recogida se produjeron de forma contante e ininterrumpida. También influiría dejar de tener una vida y pasar a trabajar mañana y tarde, de sol a sol y sin descanso en una época de pluriempleo terrible. Pero han pasado tantas cosas desde esa última entrada de una ausencia que.... Por dónde empezar?


Estamos a 1 de Abril del año de la pandemia del 2021. Se puede decir que nos han robado más de un año. Este año es el “año sin invierno” y el pasado fue sin primavera y nada que ver con un volcán y sus cenizas en suspensión. Un virus y cientos de políticos se han encargado de encerrarnos, prohibir cosas, olvidarse del sentido de común y engañar, ocultar y hacer cosas de esas que hacen los servidores de la sociedad para acabar con el pueblo que los eligió. En fin, nada nuevo pero a escala bíblica. El estado se ha convertido en un “Gran hermano” que controla los desplazamientos, las salidas, el tiempo en un bar, el tiempo en exposición al sol, el oxigeno que consumes (…) Somos un pueblo subyugado que asemeja más a un rebaño de corderitos que a una nación orgullosa que una vez fuimos. Europa, lo que está más allá de Portalet y Espelun, no está mucho mejor. Esto me hace pensar en tanta literatura y tanta corriente filosófica que abogaba como ejemplo detrás de los Pirineos para solucionar los problemas previos a los mismos...Poner como ejemplo a gabachos es ser muy tonto.


He vuelto a escribir porque tras un año y 14 días de encierros, condenas varias y castigos institucionales, mi compañera de celda ha vuelto a irse. Y ahora mi celda esta desprovista de calor (ha apagado la calefacción al irse) y tan solo me queda el consuelo de una jarra de agua y un mendrugo de pan (la nevera se ha convertido en una improvisada librería) así como la esperanza de una pronta venganza.

Mi femelina compañera de condena ha burlado la guardia y descolgándose por las almenas de nuestra prisión huyó al alba hace tan solo 2 días. Se conoce...se cuenta, que amparada en la noche y con un salva-conducto más falso que nuestro amado líder (señor de las puertas y luz de la nueva realidad) cruzó valles en penumbra y mesetas prohibidas hasta la gran ciudad donde dicen que la gente es libre y trabaja como si la peste acaecida en el reino no hubiese llegado(eso se sabe).

Tenia legañas cuando aconteció la escapada, así que no pude ver la melena rojiza y salvaje azotada por el viento mientras se descolgaba por las frías paredes. Su cuerpo esbelto, esculpido por el esfuerzo físico y cincelado por el hambre de estos últimos meses desapareció entre las sombras y el silencio de la peste. Mis legañas no dejaron que mientras ella escapaba, imaginase su cuerpo lujurioso de senos voluptuosos, muslos torneados y piel tersa que me prometió disfrutar antes de su partida y luego me negó.

Las carencias de la peste nos oprimen en este trozo de reino abandonado por todos a su suerte. El hambre y la abstinencia sexual se mezcla con el temor y la enfermedad. Mientras escribo esto, las hordas conquistadoras se ceban con la comarca: queman nuestras terrazas, violan nuestras mujeres y matan nuestras inmunidades. Al menos “M” ha burlado este sino y cabalga libre por la ciudad dónde atan los patinetes eléctricos con longanizas en farolas de dulce caramelo y existen ríos de espumosa y fría cerveza, dónde la gente es libre y puede salir al sol pedir calamares y empanadillas y beber hasta más allá de la caída del sol.

Una vez más me refugiaré en mi mismo y sufriré con las carencias que nos afligen con el ánimo de fortalecer e incrementar el espíritu y el alma. Que la soledad la acepte con resignación cristiana y la abstinencia sexual como acto de contricción es lo que me dicta la situación. Espero tener fuerza de voluntad. Ansío crecer y doblegar mis debilidades.