La ausencia me ha hecho un hombre
taciturno. Me arrastro desde mi cubil hasta mi trabajo como una sombra. En el
trabajo estoy condenado a derrapar y en casa a buscar entretenimientos debajo
de una manta. Salir fuera de ese ambiente es arriesgado debido al frio. Podría
hacer planes para cambiar esto pero estoy cansado y helado, no tengo ganas de
nada y rebelarme ante la situación me parece imposible hoy por hoy.
Las escasas noticias que me
llegan de “M” no mejoran mi estado de ánimo. Creo que mi esquíes no volverán a
ser los que fueron. La apatía y la soledad, los mocos y los muchos ruidos que
mi cuerpo produce ayudan para que el mejor lugar del mundo actualmente sea
debajo de esta manta. Pero no puedo seguir eternamente aquí; he de salir del
cubil.
Me abrigo y bajo a la calle;
tengo una misión de “M”. Sigo
arrastrando los pies y con la nariz hundida en el abrigo con la vista perdida
en el horizonte de la calle en busca de luces de coches. Voy hasta la plaza sin
conocer ningún coche de los que se cruzan. Voy por mitad de la calle para
resultar más visible aunque sepa que dentro del coche se pregunten si en zrgz
no hay aceras. Me doy una vuelta a la plaza. Veo a conocidos a los que pregunto
si tienen que bajar a Sabi por un casual. Cuento la historia y ellos me dicen
que no pero que si quiero me bajan. Alguno me pone una excusa como notarios, arrestos
domiciliarios o parecidos….Los menos…uno solo concretando. Pero esta solo me
pasa en la 3º vuelta a la manzana cuando ya estoy helado y se me atasca la
lengua. Entro en Ruba para calentarme y contar la historia del coche, de “M”,
de Sabi ….Parezco un lunático y ya me aburro de lo mismo.
Salgo de Ruba más caliente y me
dirijo a casa. Y ya que estoy allí sigo hasta los valles. Me cruzo un par de
coches en las que que reconozco caras pero preferiría estar desnudo en la
tomatina de Buñol antes que me bajasen ellos. Y ya que he llegado hasta allí,
pues sigo andando hasta el cruce para hacer dedo como cuando era joven y
valiente …hace una vida más o menos.
Tengo frío y hay un coche
aparcado dirección adecuada motor en marcha y puerta abierta. Apresuro el paso.
Hay un joven y guapa mujer metiendo bolsas vacías de matedona en el asiento
trasero.” Disculpe bella mujer. No sería tan amable de bajar a Sabi a este, atractivo y helado transeúnte (por otra parte
muy activo sexualmente motivado por el celibato impuesto) a recoger su Porsche
carrera del taller? Le quedaría muy agradecido y en deuda por su ayuda.”
La verdad es que repasaba esto
mentalmente antes de llegar a su altura. “Que te voy a pillar” resonaba en mi
cabeza alternándose con lo anterior. A la vez miraba a todos los lados buscando
peligros, cámaras o micrófonos ocultos. “Perdona. No bajarás a Sabi?. Tengo
novia por cierto… y bien guapa! Tía buscona!! Mira…que paso de ti y de bajar a
Sabi.” Le suelto a la conductora 1 segundo antes de girar sobre mis talones y
regresar a casa, comprar una bombilla que se había fundido y montarme en el
coche de un amigo que me bajaba al jodido Sabiñánigo.
A los 20 minutos regresaba
conduciendo el coche de “M” con la calefacción a tope y a toda leche porque mis
tripitas se quejaban bastante y la duda se adueñaba de mí: Paro o llego hasta
casa?



No hay comentarios:
Publicar un comentario