lunes, 16 de diciembre de 2013

"La Nada. Parte 3"


Sigo sin dormir. Ayer fui en bici y jugué al padel. No me canso haga lo que haga. La nota positiva es que ganamos el “Pocket man” y yo. Pero al llegar a la Nada de mi casa sigo como si fuese mediodía. Quiero salir corriendo pero me da miedo el pueblo. La soledad y la tristeza lo llena todo y cuando ves a alguien, su mirada es turbia y perdida.

Plan nocturno;

1.-Encender la tv. La gente grabada está viva cómo antes de la epidemia (o robo de almas)

2.-Portatil delante con juegos de estrategía, pornografía (la gente parece sin alma también) y películas con disparos, pibas buenorras y cachas que sacude hostias que no veas..

3.-E-book cargado de novelas sobre un pollo que descubre un enigma de hace mil años, lo persigue una secta que normalmente acaban siendo templarios pero que lo ayuda una titi que se acabarán liando y justo antes de morir resuelven el caso se salvan y matan a los malotes.

Emplear todo a la vez sin ver nada ni hacer nada salvo todo a la vez hasta que venga el sueño. Ese ansiado sueño y necesario don que mi “M” se lleva en sus ausencias.

Me he levantado tarde. El sol sigue igual y el pueblo también. No hay ruidos, no se siente vida o se intuye actividad alguna. No tengo nada que hacer en todo el día y no me apetece lo que podría hacer.

He pensado esta noche en la flautista y en “M”. Puede que lo haya soñado. Creo que son la misma persona. A mí me robó el alma antes de que se fuese a Madrid y mientras yo estaba con la bici se llevó la del resto del pueblo. La parte gato de “M” que aprovecha el descuido y te coge el buff, el medio bocata o espera a que corras tú a por esa bola concuerda con la flautista de las historias de los “muertos barreantes”.

¿Qué puedo hacer en la Nada que nos envuelve?. Utilizaré la cucharilla de ayer para el café (no hay más) me cogeré la bici y comenzaré a cansarme para poder dormir esta noche. Ya pensaré en algo pedaleando. Aunque …no me apetece pero…..me voy!!

Pedaleo por las cuestas de Iguarra. Hay hielo y casi me caigo pero mi mente se aleja lo suficiente con el sufrimiento del esfuerzo. “M” es la flautista. Ese cuerpo delgado y fibroso que hablan, la ausencia de empatía con el teléfono y esos movimientos felinos me hacen estar seguro. No me queda claro lo del tórrido encuentro con el butanero del que hablan y la acción por todos los orificios del cuerpo, pero puede que mezcle la multiactividad  del plan nocturno y tampoco sea una espía de la orden de los templarios.

Colette comienza dar muestras de vida y corre alegre mientras de vez en cuando me muerde los pies. Yo cuando cruzaba la carretera he visto en un coche gente viva. Tenían alma y se dirigían a un sitio concreto seguramente para hacer algo. Hay esperanza todavía. Aún así, la opresión angustiosa que siento persiste pero algo más diluida. Mi plan funciona y comienzo a recuperar mi alma.

Me descargaré “juego de tronos” para escucharlo mientras hago lo que más me cansa del mundo aparte de las conversaciones sobre Almodovar y (..) Correr!! Llegaré al vacío de casa cansado y me dormiré antes. Mañana me levantaré y estaré curado. Puede que hasta conquiste Arcadia para mi rey Asurbanipal y todo.

Mientras regreso al pueblo me doy cuenta que llevo días sin ver a Toña y Chema, Pocket-man lleva volando desde que se fue “M”, Patxaran y endrinas no están tomando café, todo mi mundo está desaparecido y cuando hago algo para retomar la normalidad hay bolillos, natación, fiesta semanal o algo parecido. La soledad de la Nada no me va a ganar. Es el día 3º y ya estoy hasta los huevos de un sol que ni calienta ni deja que haga frío. Quiero que nieve para no ser un muerto esquiante. Quiero que vuelva “M” con el alma de la peña. Quiero que vuelva “M” y practicar lo del butanero que no se si lo soñé, lo jugué o me lo contaron. Quiero una ciudad siempre nevada. Quiero perder el control. Quiero ver mundo y verlo siempre de rosa. Quiero besitos en el cuello y disfrutar de las cosas buenas de la vida. Quiero que me case Elvis en las Vegas. Quiero romance, besitos en la espalda, en la nuca, ser el amante que no se cansa. Quiero que suene la alarma. (Kase O)

Ah!!y quiero que el Modzilla me deje publicar toda esta mierda que escribo en mi diario.(Rustav Klimt)

Fin de la 3º parte.

 

"La nada. Parte 2"


He jugado al tenis sin alma. Me he ido a pedalear sin alma. No puedo estar en ningún lado porque no tengo alma. No hay nada en el pueblo. No hay nadie en el pueblo. Todo sigue igual bajo ese sol soso y agónico. No hay nada que leer, que ver, que hacer, nada en la nevera, nada que escuchar; nada nuevo bajo el tonto sol.

De los “muertos chateantes” he sacado más información sobre la extraña figura de la flautista. Alta y detestable, figura felina, pelo rojo, tetas sin constatar, no atiende al teléfono, no utiliza varios dedos para tocar la flauta y otros datos equívocos que no llevan a ningún sitio. Paró su coche en la plaza, tocó su flauta y arrastró a todas las almas con ella. No hay fotos porque a nadie le apeteció sacarlas.

La situación es parecida en otros sitios. Varios “muertos esquiantes” me han llamado para esquiar sin alma pero no me apetece. Mi casa sigue inmersa en esa nada opresiva. Los vasos del desayuno se amontonan y comienza a vérselos por el salón. Los pelos de Colette se acumulan por todos los lados en su mejor caso porque si no, los arrastran las corrientes como las míticas plantas de los pueblos del far west.

Yo subo a mi piso vacío y bajo de nuevo a las desiertas calles sin rumbo y sin sentido. He estado pensando mientras paseo a Colette por no estar en ningún lado o por hacer algo pero sin ganas. Las descripciones coinciden con “M”. Mi novia-gato, detestable y ausente es la flautista causante de la nada y del vacío. Pero no me apetece pensar porque me aparta de la nada que se me come. No puedo caer en esto. He de luchar.

Puede que estemos en una epidemia vírica debida a este sol florero? Puede ser “M” la causante de tanto vacío? Estaré en una novela de Michael Ende? Y si es así, soy Momo o soy el que iba montado en el dragón? Volveré a mi piso vacío y cogeré la lupa de investigar. Tengo una misión, poco a poco recuperaré mi alma. Elemental querida Colette; no tengo lupa de investigar. No tengo nada que hacer. No recuperaré el alma. Y hay tantas preguntas…

Tomó café rodeado de unos escasos” muertos guiñoteantes”. Al menos ellos tienen sus cartas. La nada se ha pegado en nuestros corazones y nada podemos hacer para cambiar eso Colette o yo. Podríamos cambiarlo corriendo tras los gatos ella o haciendo algo yo, pero ni ganas. Me voy rápido; no quiero estar allí. Se me había ocurrido jugar al guiñote y hacer trampas pero seguro que me dejaban magullado en la terraza vip. Al menos sería algo diferente. No  me han dejado jugar.

Voy a cambiar esto. Ninguna flautista se lleva mi alma y mucho menos una flautista que no usa todos los dedos o lo hace en “play back” como me imagino. Sea “M” o no lo sea; voy a luchar con toda mi pereza y desgana para cambiar las cosas. Pero igual luego que no me apetece ahora que justo estaba pensando dónde voy, qué hago, quién soy y por qué por qué por qué.

Pasearé hasta el vacío de casa por las calles desiertas mientras veo grupos de “muertos cañeantes” a través del cristal de los cientos de bares del pueblo triste. Hace días que no veo gente conocida o viva. La nada se ha adueñado de Fantasía.

Fin de la 2º parte.

"La nada. Parte 1"


La verdad es que vuelvo a estar solo. Solo soltero y solitario como el sol. Un sol que baña constantemente las solitarias calles del pueblo.  Un sol débil que significa que mientras lo veamos no nevará. Un sol frio en el valle y cálido en altura que derrite la nieve. Un sol inútil perdido e insignificante.

“M”, tan detestable como este sol, se fue el viernes a Madrid. Cargó su coche, montó a su padre, subió a Ada y aceleró dejándome en su retrovisor con cara de pena cada vez más pequeño. Había decidido entre Paulo y yo y no os digo quién ganó. Es difícil de aceptar que te gane alguien con 7 meses sin ninguna experiencia bajo este sol frio feo triste y vírico. Esa imagen es la que yo vi. El coche alejarse como tantas veces. Nada más.

Nos sentíamos heridos de nuevo el perro gato y yo? Si. Pero la experiencia nos decía que nos acostumbraríamos a la ausencia como tantas veces; todo normal hasta aquí. Nos fuimos corriendo Colette y pedaleando yo hasta el circuito rápido para cansar y dormir por la noche.

Todo empezó cuando volvimos. Flotaba una sensación extraña en el ambiente; algo había cambiado. El sol seguía igual; se estaba escondiendo pero la actitud era la misma  con una fantasmal  luz. Era un vacio opresivo lo que nos rodeaba. No había sonidos y la quietud se había hecho dueña y señora de todo y de todos.

Ni un alma en las calles. Pregunté a uno de esos que perdieron el alma hace años y me respondió que de un coche negro bajó una flautista. Comenzó a tocar una melodía  y  todas la almas del pueblo la siguieron. Incrédulo le pregunté que hizo el a lo que me respondió que fue al bar más próximo y lo comentó al resto de” muertos chateantes”. Información que le supuso ser el nº1 en el bar durante el descanso del guiñote y 2 rondas gratis. Un tipo listo…

Sudado todavía pero intrigado busqué alguien que me diese más datos. El jodido sol se había retirado ya pero todo seguía igual aunque ahora  sin luz. Ni un alma, ni un sonido…nada salvo ese vacío. Indague sobre aquella flautista que me dijeron que tenía un culo tremendo, que su voz sonaba a un maullido a veces, que Pilita le había llevado comida, que la llamaban “Cat woman”, que ..que …que que….20 qués más de estos y tenía la extraña sensación que conocía a esa detestable flautista que había vaciado el pueblo de almas.

El vacio opresivo nos llevó a casa al asombroso ”perro-gato” y a mí. No había luz, no había que ducharse porque “M” no estaba, no había que limpiar por la ausencia, no había ropa sucia fuera del montón de ropa sucia, no había que cocinar, no había nada que hacer….Nada. No había nada. El vacio se había adueñado de mi casa también.

Nervioso salí a la calle. En la calle no había nadie. Crucé el pueblo sin ver a nadie. Me acerqué hasta casa de mi madre y al entrar vi que la vida seguía allí afortunadamente. Una vida basada en el patchword que no en el carbono así que yo tampoco hacía nada allí.  Entré en Ruba para seguir mis pesquisas. Colette no perseguía a los gatos porque no había gatos o porque no tenía ganas de hacerlo.  Yo tampoco tenía ganas de entrar ni de indagar. ¿Qué podía hacer? No me apetecía leer, no quería ver tv, no soportaba hacer nada en un vacio así. Colette no quería jugar al gato y al perro, no quería pienso, no quería nada….
Fin de la primera parte.

 

martes, 10 de diciembre de 2013

"Habitats"


El hábitat del novio común se altera durante la ausencia de la hembra. Sus costumbres arraigadas se ven ligera y detestablemente alteradas por la situación. Sus costumbres alimenticias se modifican y de una gran variedad de productos  pasa a un menú monótono; 2 kg de pasta carbonara para todo el período. Sus mañanas son de gran actividad social rodeado de muertos esquiantes mientras la tarde evita las hordas de turistas ávidos de tapas y de alcohol. Hecho que le priva de su natural territorio. Desconcertado, el novio común, meará  para marcar el territorio compulsivamente y con una agresividad creciente.

La mascota madruga para hacer sus deposiciones. El novio común madruga para que la mascota haga sus deposiciones y subir hasta las zonas altas en busca de alimento. La gélida mañana se convierte en una tórrida mañana. El solitario novio común se convierte en manada. Todo cambia en ausencia de la hembra, todo es sinergias, todo es ausencias….La nieve se convierte en tasca, las horas en ausencia consciente, los días en clases, las clases en ejercicios, la hembra en un pitido de whats up (..)

El novio común reduce drásticamente sus horas de sueño y pasa a convertirse en un animal nocturno. Inquieto, el novio común buscará hacer manada en un territorio alterado. Rebaños de bóvidos amenazan constantemente con estampidas y apelotonamientos ahuyentando al resto de manada. Para el novio común esta alteración generalizada significará buscar refugio en su cubil durante gran parte de la ausencia de la detestable hembra.

El novio común, dotado de gran energía buscará superar la ausencia de la hembra con actividades nuevas como la limpieza el orden y el progreso. Elevará sus momentos dedicados a la reproducción y a la tv mientras espera que el sueño reparador lo alcance. Planificará el día con sumo cuidado para emplear todas las horas en una actividad que le sustraiga de la realidad y ausencia.

En la cúspide de la cadena trófica, el novio común dejará las hembras bóvidas para los inexpertos jóvenes de la manada protegiendo así su legado genético puro y valioso para el ecosistema. Legado genético que espera el retorno de la hembra, siempre detestable. El novio común, adulto y seguro, observa al resto de especies curioso como pelean por raciones de boquerones y aparcamientos. Para un animal solitario, esas nuevas especies gregarias que alteran su hábitat resultan curiosas y en algún caso (hoy 4 horas) provechosas.