El hábitat del novio común se
altera durante la ausencia de la hembra. Sus costumbres arraigadas se ven
ligera y detestablemente alteradas por la situación. Sus costumbres
alimenticias se modifican y de una gran variedad de productos pasa a un menú monótono; 2 kg de pasta
carbonara para todo el período. Sus mañanas son de gran actividad social
rodeado de muertos esquiantes mientras la tarde evita las hordas de turistas
ávidos de tapas y de alcohol. Hecho que le priva de su natural territorio.
Desconcertado, el novio común, meará
para marcar el territorio compulsivamente y con una agresividad
creciente.
La mascota madruga para hacer sus
deposiciones. El novio común madruga para que la mascota haga sus deposiciones
y subir hasta las zonas altas en busca de alimento. La gélida mañana se
convierte en una tórrida mañana. El solitario novio común se convierte en manada.
Todo cambia en ausencia de la hembra, todo es sinergias, todo es ausencias….La
nieve se convierte en tasca, las horas en ausencia consciente, los días en
clases, las clases en ejercicios, la hembra en un pitido de whats up (..)
El novio común reduce
drásticamente sus horas de sueño y pasa a convertirse en un animal nocturno.
Inquieto, el novio común buscará hacer manada en un territorio alterado. Rebaños
de bóvidos amenazan constantemente con estampidas y apelotonamientos
ahuyentando al resto de manada. Para el novio común esta alteración generalizada
significará buscar refugio en su cubil durante gran parte de la ausencia de la
detestable hembra.
El novio común, dotado de gran
energía buscará superar la ausencia de la hembra con actividades nuevas como la
limpieza el orden y el progreso. Elevará sus momentos dedicados a la
reproducción y a la tv mientras espera que el sueño reparador lo alcance. Planificará
el día con sumo cuidado para emplear todas las horas en una actividad que le
sustraiga de la realidad y ausencia.
En la cúspide de la cadena
trófica, el novio común dejará las hembras bóvidas para los inexpertos jóvenes
de la manada protegiendo así su legado genético puro y valioso para el
ecosistema. Legado genético que espera el retorno de la hembra, siempre
detestable. El novio común, adulto y seguro, observa al resto de especies
curioso como pelean por raciones de boquerones y aparcamientos. Para un animal
solitario, esas nuevas especies gregarias que alteran su hábitat resultan
curiosas y en algún caso (hoy 4 horas) provechosas.
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