“M” regresará más tarde. Sigo en el fondo e ingresar en el
rebaño no me ha supuesto ninguna mejoría. Al final tengo ansiedad de estar
pendiente de tanto tweet, face y del neo-lenguaje que he de utilizar
constantemente atendiendo a tanto dogma. No sé si podré ser partícipe de este
mundo Orwelliano por mucho tiempo.
Colette esta celo y está muy rara
y pesada. Mancha, continuamente he de bajarla creyendo que se mea y lo único
que quiere es olisquear esquinas, coches y centros de calle. Es extraño pero
tengo la impresión que la finalidad de todo es dejar notas olorosas por todo el pueblo. Huele una meada
en una esquina y ella mea encima. La meada será una nota tipo: “Border collie
caliente busca macho. No importa la raza. Virgen de cola larga y lomo negro.
Interesados aullar en la plaza frente al cuartel. Atrévete y ládrame”. No sé cómo
actuar…
De mal en peor. Ahora creo que lo
de la soledad no es algo físico si no que es mi talante. Ayer jugué al padel
(si volví a perder) y cuando acabamos me encontré en una terraza rodeado de
gente. Me causó tanto vértigo tanta gente hablando de tantos juegos (de tronos,
de rol, de nieve..) que me tuve que ir a una clase de piano on line. Al llegar
a casa, en el silencio más absoluto me senté en la alfombra (bendita alfombra)
y observé la micro-fauna que la habita. Pensé en ducharme pero decidí disfrutar
de mi condición de soledad. Cené algo rápido viendo el 1x06 de Daredevil y miré
al infinito haciendo todo y nada.
He abandonado el rebaño porque
soy un farsante e iracundo. Sujeto una pala de padel y se me pone una mala
leche y una ira que me desborda. Tengo ideas raras que van desde un impulso de
autolesionarme hasta ganas de invadir Polonia. Soy así porque en parte la
ausencia me rompe el karma y aunque me repito mentalmente textos zen no consigo
estar en paz. Mi interior esta agitado, mi exterior también. “No es posible
separar las raíces de las ramas” mecagon su puta madre entonces. De las ramas,
las raíces y la naturaleza.
Pero es que no soy un samurái. No
tengo una katana de Hatori Säto y no sigo el camino. Menos mal que no tengo
katana…Sigo en un bucle de espera continuo dependiendo de la palabra de otros.
No puedo hacer tal porque igual viene Sr. Cual, pero si Sr. Cual no da muestras
de vida tampoco puedo llamar a Sr. Pascual. Así que no llamo a Sr. Mengano por
si Sr. Cual decide aparecer y tampoco a Sr. Zutano por si Sr. Pascual se
persona. La conclusión es que cae la noche no ha aparecido nadie y no he hecho
nada y es demasiado tarde para hacer tal, cual y con Pascual. Si tuviese una
katana no habría Sr. Cual ni Sr. Tal y le hubiese cortado la cabeza hasta el
Sr. Pascual.
De nuevo me encuentro en un mar
de silencio, ahogado por los sucesos, la ausencia y la oscuridad de una tarde
de Noviembre que lo envuelve todo. Envuelve el piso, las montañas, las pistas
de tenis y los senderos ciclables, mis pensamientos, mi alma…
Solo espero que venga “M” para
recomponer todo esto. Para que la raíz se calme y con ella el mundo que me
rodea. Eso sí, cuando regrese “M” todo el mundo aparecerá de repente como si
fuese una fiesta. Me llamará el Sr. Cual y Tal, Zutano traerá confeti, Fulano a
Fulana (mira tú ya para qué..) Todos juntos montando un karaoke y el Sr.
Pascual de solista. Pero yo los tengo en mi lista. Y espero mi katana de Hatori
Hänso que acabo de pedir en Armazón.