Todavía es miércoles y todavía
sigue nevando en los 3 valles. Y para colmo todavía sigue empeñada “M” en
hacerme saber lo bien que esta y la buena nieve que hay. Diría que es
intolerable si siguiese con el mismo modelo británico pero he cambiado. El método
deductivo no me lleva a ninguna parte salvo a ser más consciente de mi
existencia y la flema británica no hace más que crearme enemigos. Así que el nuevo método es el “Método Brit”,
más actual, más punk, más para evadirse. Hay que buscar cosas que te evadan de
la realidad que te rodea. Partidos imaginarios de hockey hielo, sexo virtual, esquiar,
pádel, libros descarnados prohibidos en varios estados de usa, películas de
disparos bombas y sexo en trincheras, relajantes musculares, estimulantes
psicotrópicos, estimulantes retromentales, estimulantes anecdóticos,
estupidantes activos, vitaminas a b c y h, este método puede contener trazas de
memoria, no utilizar en caso de verse con personas serias.
Aunque a pesar de mis desvelos
por conllevar lo mejor posible esta ausencia, la presión que soporto por
hacerla más llevadera me deja fuera del concepto hogar-remanso de paz. Quería
que la ausencia fuese un estado interior de sosiego y convertir mi kely en una
isla de paz y relajación. No tener que justificarme ante “M” lo bien que me lo
paso y que no necesito su presencia para ser feliz y estar completo. Eso es lo
peor que puedes hacerle sentir a alguien femelinamente detestable. Aunque si
haces sentir eso seguramente te traerá un regalo porque se sentirá culpable.
Pero si no puedo convertir la kely en ese faro de luz que necesito, el actual
método por lo menos me distrae.
Pero no puedo tener sosiego. Qué
sosiego puedo tener cuando “M” estará disfrutando de nieve polvo y yo sigo
condenado a una pasta húmeda que se transforma bajada a bajada? Cómo puedo
disfrutar del momento y relajarme mientras ella, femelina y detestable, deja su
huella con mis esquíes en una lecho orgásmico de blanca nieve. Mis tablas no
tienes cantos; las suyas sí. Mis noches son solitarias y largas; las suyas no.
Mi mente evoca su presencia; ella ni llama. Mi ausencia es triste y amarga; la
suya es dulce y blanca. Ella se baña en la piscina, toma raclettes y fromages,
yo llevo a pechugas 3 días y no puedo más…….¿Cuánto he de esperar? Qué esquivo
es el Dios del sosiego conmigo….Qué don tan preciado es la femenidad de “M”.
Y distrae tanto que la suciedad
de la casa crece exponencialmente. Hoy ya es viernes. De ser un remanso de paz
se ha convertido en un pisito de solteros con la llegada (fugaz) del
cuñao. Encendí el fuego y con sendas copas de cognac frente al mismo disertamos
sobre la vida y sus secretos, sobre los misterios del mundo y acerca de la filosofía
oriental. Los vasos se fueron apilando y las palabras se perdieron hasta la
llegada de Morfeo y su dulce que no cálido beso. Mi soledad se ha visto
mitigada por la visita que aunque rápida fue reconfortante.
Hoy, llegado a este momento solo
queda que limpiar y abandonar progresivamente el método para que no sea
traumático mañana cortarlo de raíz. Porque mañana es cuando viene “M” y
recuperaré mis tablas. Mañana es cuando mi ausencia acaba y volveré a ser una
persona completa. Pero mañana es mañana. Hoy me queda mucha ausencia y mucho
trabajo por delante.
Afuera el viento trae copos de
una borrasca eterna que no acaba de teñir el suelo. El piso esta silencioso y
sucio. Mañana es mañana.
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